Porque este rincón fue tu olvido, mi olvido, el olvido

sábado, 29 de enero de 2011

Reconstrucción del fragmento papiráceo 2b

 Gracias
Oh, Tristia, dolor de mi dolor
no sé quién querrá volver mañana
cuando la aurora haya dejado ya rosados
los dedos de aquella mano
que dio vida a vuestros versos.
Menos ahora, que el viento
cegados ha dejado los huecos
de la doble flauta con la que
se creaban melodías tan sutiles,
tan hermosas y completas,
tan dolorosas y tristes,
tan en el alma certeras.
Pues eres, Tristia, audaz heraldo,
y golpeando las puertas
mi corona ebria dos borrachos me robaron
y los canes que la guardan.
Eco de los golpes, resonancia de mi herida
que sangra en mala hora.
Ay de mí, qué llega ahora, Tristia,
cuando no encuentra consuelo
mi corazón desterrado,
ni leyendo vuestros versos.
Cuando ella, traicionera, sin dudarlo fue tras él.
¿Qué musas de la tristeza,
Tristia, te pusieron ese nombre?
Almudena

viernes, 28 de enero de 2011

Fragmento papiráceo. Fr. 2b- Por el dolor de Tristia

 Un poco más corrupto, Diego, pero...

Oh, Tristia, dolor de mi dolor
   ]quién[       ]volver mañana
cuando la Aurora[              ] rosados  …ca. 3…
cegados ha dejado los huecos
de la doble flauta con la que… ca. 4…
   ]T<r>istia, audaz her[aldo,
y golpeando las puertas
mi corona ebria dos borrachos me robaron
y los canes que las guardan.
Eco de los golpes, resonancia de mi herida
que sangra en mala hora.
Ay de mí [     ]T<ristia>… ca. 3…
ella [    ]tras él …ca. 1…
]te pusieron ese nombre?
Sandra López

jueves, 27 de enero de 2011

Si te hubiera hecho el amor aquella noche

Si te hubiera hecho el amor aquella noche,
me sabría tu cuerpo de memoria
y no me estremecería imaginando
el sobresaliente en el control de tus gemidos.

Si te hubiera hecho el amor aquella noche,
en la que a punto estuve de quedarme,
constreñirían mis huesos tus abrazos
y quedaría tu olor entre mis sábanas.

Si te hubiera hecho el amor aquella noche,
hubiera luchado Dione contra Morfeo
y me hubiera alzado en el eterno sueño
en que me dejaran tus músculos tensos,
tensos y luego palpitantes y lánguidos.


Si te hubiera hecho el amor aquella noche
hoy no divagaría entre versos de deseo,
en condicionales sin condición, con su apódosis incompleta,
en pasados que no fueron ni serán.
Podría recurrir a mi recuerdo,
hacerte el amor cada segundo en mi memoria,
rozar tus labios, temblar bajo tu peso,
y dejaría de repetirme cansadamente:
si te hubiera hecho el amor aquella noche…

 Sandra López

martes, 25 de enero de 2011

El juego de Eros

Sobre la mesa, junto a los platos
has olvidado, Eros,
la bolsita con el juego de dados.
¿No es importante tan sencillo juego,
dices, muchacho alado,
quebrando siempre en tus dedos
algún corazón aún tierno?
No quiero dudar de los dioses
pero en tu dulce juego
por dos veces mi número ha salido.
¿Por qué no corriendo junto a Psique
has olvidado sobre la mesa, junto a los platos,
también el carcaj forrado y los duros dardos?

Sandra López

lunes, 17 de enero de 2011

Mi táctica
Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé con qué pretexto
por fin me necesites
Mario Benedetti

Mi táctica es- si te preguntan-
ser amor ausente que no llega,
soldado que se alza en pie de guerra,
minutero del reloj que al fin se para.

Mi táctica es-si me preguntas-
un audaz caracol que perdió su casa,
un melancólico piar sobre la rama,
espina que se hiende en carne pura.

Mi táctica es-si te respondo-
cuerdas vocales distendidas,
un aguacero a media tarde,
huraño miedo que allá se esconde.

Mi táctica es-si me respondes-
lírica mélica mal entendida,
virutas candentes no apagadas,
mudas palabras a tus preguntas.

Sandra López

viernes, 14 de enero de 2011

Tu favorita

En ti tu favorita nació siendo
un inacabado y negro boceto,
el endecasílabo de un soneto
que en tu dorada pluma iba naciendo.

Ánfora de figuras incompletas,
tumba de íberos en el allende,
que de favores dan al que no atiende
los que fueron mis dioses más devotos.

Mas al sol la luna también lo apaga
y de favorita a cansancio puro,
tornándose esta hierba en prado duro,
siendo fastidio lo que ya no halaga

Sandra López

miércoles, 12 de enero de 2011

Ideal antiheroico

Yo también dejé olvidado junto a un arbusto mi escudo
pero yo prescindí de comprarme otro mejor.
Apoyé mi espalda herida sobre un álamo que apenas recuerdo
y noté que para mí no eran de Ares los combates
y el gusto por la guerra y la ardorosa campiña del campo
había perdido, como hiciera Lidia con Síbaris,
y los frenos puntiagudos domando a los salvajes caballos.
Yo las caricias de Afrodita, el fuego del amor
brillante, yo los combates contra los dardos del feroz Cupido.
Yo versos ligeros como ligeras plumas,
arma  irreprochable que mejor soportan mis lívidos brazos
 Sandra López

martes, 4 de enero de 2011

Existencialismo

Es cierto que cuando duermo no pienso
en el oro que adorna las sienes
ni en las botas del dictador,
ni vago errante el pensamiento
en ideales de comunismo o consumismo.
Cierto es que a prueba no someto,
aunque critique,
las soluciones radicales a una crisis,
ni debato entre los libros ideales.
Es cierto que el mundo empequeñece entre mis sábanas
y la tierra gira un momento en mi cabeza
y del orbe que circula me quedan cada noche veinticuatro horas.
Tal vez, es cierto, peque de inocente,
de cobarde, de apolítica,
pero en mis noches no es el gobierno quien me mece
ni mis temores me los cura un solo presidente.
Es cierto que en mis noches me adormecen
pequeños susurros de existencialismo:
la discusión tonta de una frase, el beso dulce de tus labios;
el caluroso sol de marzo, el miedo que arrancó uno de mis llantos.
Cierto es que mis ojos no se nublan con Morfeo
galopando sobre guerras físicas o verbales,
con algunos de los males que el mundo infestan
sino con dulces palabras de un día duro,
de un día corriente con sus abrazos, el devenir ontológico
de seres que transitan, historias que se alargan por un día.
Y es cierto, es cierto, y no me quejo,
que tengo suerte de escribir en la era en la que escribo.

Sandra López