Porque este rincón fue tu olvido, mi olvido, el olvido

martes, 9 de noviembre de 2010

Tus favores

A Christian Sevillano,
porque andamos dando trabajo a las Musas

Pido hoy tus favores, Alcínoe, con mansa costumbre
echando el freno a este corcel que se dispara
al galope desenfrenado que no para.

Está bien. De mansa el tono mudo
y pasional en mis manos cada verso
irrumpe -es él, yo no lo invierto-,

coreuta de una danza del espartano Alcmán
con los sones de las Pléyades de Safo
y un gusto por el amor contemporáneo.

Paso a la súplica, Alcínoe, de tus besos,
desviando la mirada de tus ojos claros
a los labios que humedeces cuando hablas.

¿Y que no te escucho, dices?
¡Y quién pudiera hacerlo!
Cuando sobre los tuyos mis labios evoco.

Lo sé, lo sé, lo sé, y me culpo por ello,
porque de la mansedumbre a ladrona me he tornado,
robando al aire tus suspiros como besos,
porque tú –no eres culpable-, no me concedes tus favores

Sandra López

No hay comentarios:

Publicar un comentario